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Día 3 – Costa Oeste Estados Unidos – Valley of Fire

// Author: Marina // 0 Comments

Costa Oeste Estados Unidos – West Coast United States

VALLEY OF FIRE

Día 6: Domingo 29 de Abril – Valley of Fire

Tocaba despedirnos de Death Valley y ponernos rumbo al siguiente parque: Valley of Fire. 3 horas y media de viaje en coche, pasando por Las Vegas. Pero no íbamos a hacer parada en aquella ciudad, porque la verdad, allí no se nos había perdido nada. Así que cogimos una autopista por el norte para evitar entrar en el centro de la ciudad.

A medida que nos alejábamos de Death Valley, íbamos ascendiendo poco a poco por encima del nivel del mar y la temperatura iba bajando. En cosa de 15 kilómetros habíamos bajado 10º y por fin notábamos el fresquito! El paisaje cambiaba en cuestión de pocos kilómetros y por fin empezábamos a ver vida: Flores, arbustos e incluso algún que otro cactus.

ruta oeste eeuu

Teníamos muchas ganas de conocer este valle, porque apenas lo habíamos investigado. Sinceramente, no teníamos ni idea de lo que nos íbamos a encontrar allí, y tampoco teníamos muchas esperanzas. Según llegamos, la Ranger nos dijo que el Valley of Fire no pertenece a la red de Parques Nacionales, del cual ya nos habíamos sacado una tarjeta. Así que tuvimos que pagar 10€ por vehículo. El pase duraba hasta una semana.

Valley of Fire State Park

El Valle se llama así porque sus formaciones rocosas son de un rojo tan intenso que parece fuego. Nada más parar en el primer parking no pudimos evitar empezar a trepar por las rocas y hacer decenas de fotos. Era muy mala hora y el calor-  a pesar de no ser tan desagradable como en Death Valley – era sofocante. Hicimos un pequeño loop en coche para ver el paisaje y paramos a comer a la sombra de un peñasco.

Aquí, además de todos los bichos que os conté el otro día, también pueden verse cabras (o mejor dicho, Carneros de las Montañas Rocosas), colibríes, tortugas, ardillas enanas (Las típicas de Chip y y Chop llamadas Chipmunks) y tarántulas. Aunque de estas últimas mejor ni hablamos porque solo escribirlo se me están poniendo los pelos como escarpias.

Decidimos intentar hacer una pequeña ruta llamada Rainbow Vista, que no pudimos terminar por la hora y el calor que hacía. Recorrimos, eso sí, gran parte de él y nos pareció precioso. A pesar de encontrarnos en un desierto, había plantas, muchas de ellas florecidas por encontrarnos en plena primavera. El color anaranjado de la arena en contraste con el verde intenso de las plantas y las paredes de roca rojizas hacían que esta ruta pareciera un verdadero arcoíris.

Rainbow Vista Valley of Fire State Park

Recorriendo el trail vimos por primera vez un colibrí. Me di cuenta al ver un pajarito muy muy pequeño planeando en una flor ¡Son tan pequeños que parecían insectos! Pero qué bonitos eran…

También fuimos al Visitor Center antes de que cerraran (a las 16:30) para resguardarnos del calor y beber agua fresquita. Fuera, había muchos fotógrafos persiguiendo con los teleobjetivos a los colibries, que comían néctar de las flores de los cactus. Y cuando por fin cerraron decidimos que ya era hora de buscar un camping. Hay 3 campings en todo el valle y todos son de pago. Nosotros decidimos quedarnos en el Camping de ATLATL. Hasta entonces, el mejor camping en el que nos habíamos alojado en todo el viaje. El precio fue de 20$ y estaba equipado con mesa con tejavana para protegerse del sol y la lluvia, dos parrillas, baños con duchas calientes incluidas dentro del precio, una toma de agua individual y una explanada bastante grande donde poder montar la tienda. Además el enclave era simplemente perfecto y en consonancia con el paisaje:

Montamos la tienda y hacia las 17:00, cuando ya empezaba a ponerse el sol, fuimos a hacer las fotos del atardecer. Había dos puntos importantes que queríamos ver: El primero, Pink Canyon junto con The Fire Wave, y el segundo, Mouses Tank Road.

Decidimos dejar el segundo punto para el amanecer del siguiente día y fuimos a visitar The Fire Wave. Era una de las cosas que más nos apetecía ver en este viaje. En el mapa que te entregan con la entrada al parque, indica que la ruta comienza en el parking número 3- Pero nosotros comenzamos la ruta desde el Pink Canyon y después nos desviamos. Eso sí, lo hicimos con cuidado y mirando bien el mapa con google maps ya que el camino no está indicado y no queríamos perdernos.

Tan solo tardamos 15 minutos en llegar. El Cañón Rosa, o Pink Canyon, es alucinante. No puedo describirlo con palabras. Es un cañón (no muy alto, es más, bastante bajito pero lo suficiente como para sorprender) de un color rosa pastel. Es tan bonito que solo os lo podría explicar con fotos. Los tonos rosáceos y violetas de las piedras hacían que te sumergieras en un mundo surrealista.

Pero si el Cañón Rosa nos enamoró, The Fire Wave lo hizo aún más. Llegamos un poco pronto ya que el sol aún estaba bastante alto y esperamos casi una hora hasta que se escondió. Las capas bicolores de piedra se superponían creando ondas y dando pie a estas formas irregulares y caprichosas. Cambiaban de forma en cuanto te movías pocos centímetros, y la verdad es que nos encantó. Sin duda uno de los paisajes que más nos gustó de este viaje.

The Fire Wave Valley of Fire State ParkThe Fire Wave Valley of Fire State ParkThe Fire Wave Valley of Fire State Park

Antes de volver, al pasar de nuevo por Pink Canyon, paramos 5 minutos a fotografiarlo de nuevo con las últimas luces azules antes de que se hiciera de noche. No podíamos perder esta oportunidad:

Pink Canyon Valley of Fire State Park

Volviendo al camping, ya casi de noche, la luna llena asomaba en el horizonte mientras conducíamos cerca de Balanced Rock. Nos llevamos a casa estas instantáneas. Volvimos al camping echando virutas porque por norma dentro del parque no te permiten estar haciendo rutas  una vez haya sido la puesta de sol. Cuando llegamos al camping hacía muchísimo viento. Cenamos, nos duchamos y nos metimos en nuestros sacos mientras la tienda no paraba de sacudirse por el viento y la arena. Iba a ser una noche muy larga.

Día 7: Lunes 30 de Abril – Valley of Fire

La alarma sonó a las 5:00 pero ya estábamos despiertos. En varios momentos aquella noche pensamos que saldríamos volando. ¡Qué viento y qué de polvo hemos comido! Se nos ha colado entre los agujerillos de la tienda y lo hemos masticado y tosido durante toda la noche. Agotados es poco, pero por suerte, paró, no soplaba ni una brizna y el amanecer, prometía!!! Además hacía fresquito.

Íbamos a hacer fotos a un pequeño cañón al que atraviesa una estrecha carreta: Mouse’s Tank Road. Es una carreterita muy muy chula y asombrosamente fotogénica si se encuentra una buena perspectiva. La recién asfaltada carretera negra ondea a través del valle, formando curvas. Fue bastante chulo pasar un buen rato siguiendo la ruta y buscando diferentes puntos para componer con ella y el paisaje.

Mouses Tank Road Valley of Fire State Park

Para despedirnos del parque, después de recoger nuestra tienda, subimos a ver unas pinturas rupestres de hace más de 4000 años, creadas por los nativos que vivieron allí en su día. Aunque las pinturas puedan verse subiendo a una escalera de metal junto a nuestro camping, también se extienden a lo largo de toda la pares de roca durante varios metros. Fue una muy buena manera de despedirnos de este parque que, por sorpresa, nos encantó!

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