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Islandia: Dia 2

// Author: Marina // 0 Comments

DÍA 2. 28 MAYO 2012

A las 6.00am ya estaba despierta. No ha anochecido en toda la noche (valga la redundancia). La luz entraba por todas partes, y ha sido difícil conciliar el sueño. Hemos dormido poco, pero no estamos cansados. Queremos empezar nuestra aventura cuanto antes!
Mientras Guille se quedaba remoloneando un ratito más, he ido a darme una ducha. El camping sigue sin un alma, y en la puerta de la recepción hay un cartel que reza “Recepción abierta de 15:00 a 18:00”. Como comprenderéis no vamos a esperar hasta tan tarde, así que nos hemos ido sin pagar. Ale.

No sabíamos muy bien qué hacer. Hemos decidido acercarnos a la estación de autobuses para informarnos. Casualmente hoy es día festivo en Islandia, las tiendas están cerradas y los autobuses tienen un horario especial.
Reykjavik es una ciudad muy extensa. Con esto me refiero a que si juntaras los edificios como en Bilbao, seguramente ocuparía la mitad de lo que ocupa. Pero desafortunadamente les ha dado por extenderse… y con esto quiero decir que el paseo a la estación de autobuses se nos ha hecho eterno… Las mochilas nos están dejando la espalda fina filipina.

Después de una hora de caminata (en la que habremos adelgazado 5 kilos del esfuerzo) por fín hemos llegado a la estación de autobuses (BSI). A los de las compañías de los buses les hemos vuelto locos preguntándoles mil cosas. Los tours son carísimos, y nos ha costado decidirnos.  Por fin hemos acabado comprando un tour por el Golden Circle. Nos ha salido 50€ a cada uno. El precio es altísimo, pero ha merecido la pena.

Hasta las 12:30 no salía el bus, así que hemos aprovechado para dar una vuelta por la capital y hacer unas compras en las pocas tiendas que estaban abiertas. Nos hemos hecho con un yogur de fresa, una barra de pan como las de aquí y unas bombonas para el camping gas.
Hemos podido visitar la famosa iglesia de Reykjavik (Iglesia de Hallgrímur), caminar por sus calles y acercarnos al auditorio. Como curiosidad, la mayor parte de los coches son monovolúmenes o Range Rovers, para poder atravesar los complicados senderos del interior del país.

El auditorio es bastante nuevo, y daba bastante juego a la hora de componer. Además en su interior habia unas luces muy interesantes, así que estuvimos un buen rato trasteando con la cámara.

Una vez de vuelta a la BSI, hemos aprovechado para comprar el billete para mañana a Seljalandsfoss (mañana os cuento)
Nos hemos montado en el bus y nos hemos puesto rumbo hacia el Golden Circle, “Círculo Dorado” en castellano. Se trata de una ruta circular que combina 3 enclaves alucinantes de este país:

Gullfoss (cascada)
Pingvellir (Placas tectónicas)
Strokkur (Geyser)

Durante el tour, una señora muy simpática llamada Laka nos ha ido explicando y contando la historias de Islandia, su población, costumbres, lugares… La tía sabía de todo! Nos ha contado que las primeras palabras traducidas del islandés fueron al euskera, debido a la cantidad de pescadores vascos que pescaban ballenas en sus costas.

Gullfoss es una cascada enorme. (Creo que ese adjetivo no la describe bien del todo…) Es TERRIBLEMENTE GRANDE. Cae agua por todas partes. La luz era malísima cuando hemos llegado, así que hemos hecho lo que hemos podido. Muchas fotos las hemos virado a blanco y negro (No nos ha quedado otra…).

La cascada se puede ver desde varios puntos, pero la vista con el arcoíris ha sido de mis preferidas.

Solo teníamos 40 minutos para sacar las fotos y volver. Ha sido un poco agobiante. De hecho a la señora le hemos entendido mal, y hemos llegado 10 minutos tarde. Todo el bus mirándonos… Hemos tenido que pedir perdón. El primer día y ya la estamos liando…!

La siguiente parada era en Geysir. Se trata de un geiser que dejó de funcionar hace bastantes años debido a que la gente tiraba monedas y piedras y lo acabaron tapando. A su lado, se encuentra Strokkur. Es otro geiser que erupciona cada 6 minutos aproximadamente, con un chorro de agua hirviendo de unos 15 a 30 metros. Es espeluznante, y muy divertido. Todos los turistas lo rodeamos y nos quedamos con las cámaras preparadas y con el ojo pegado al visor esperando fotografiar la siguiente manga de agua.
A su alrededor, el agua fluye por pequeños manantiales a 100º centígrados, burbujeantes y coloridas piscinas emergen de su interior. Eso sí, huele a huevo podrido.

Por último nos hemos acercado a Þingvellir, un parque natural protegido por la Unesco. En él podemos encontrar el lago más grande de la Isla (Þingvallavatn). Su azul brillante te deja hipnotizado. Muchas personas se acercan hasta aquí solo para hacer submarinismo.
A su lado se encuentran unas fallas enormes producidas por las placas tectónicas de Europa y América. El río Oxara pasa por el interior de ambas. El sitio merece la pena.

Nos hemos dado cuenta de que llevábamos 6 horas haciendo fotos y todavía no habíamos comido. Estábamos muy cansados. Por suerte el bus nos ha dejado en el camping y nos hemos ahorrado una buena caminata. La cena y la comida se nos han acabado juntando para entonces, así que nos hemos puesto chatos: Pimientos  rellenos, pasta al pesto y nos frutos secos para picar. Nos ha sabido a gloria.

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