Blog

Islandia: Dia 3

// Author: Marina // 0 Comments

DÍA 3.29 MAYO 2012

El día ha amanecido nublado, pero no tenía pinta de llover. La temperatura ha bajado un poquito. El bus a Seljalandsfoss sale a las 8:30am. Hemos madrugado, y casi sin darnos tiempo a desayunar hemos recogido y hemos ido a coger un bus de línea que te deja en la estación de autobuses BSI.  Cuando hemos llegado a la parada hemos visto un cartel en el que ponía: “No aceptamos tarjetas de crédito”. Qué broma es esta? Todavía no hemos cambiado dinero, no podemos pagar el bus y tenemos media hora para llegar a la estación… Qué agobio!

Guille se ha acercado a un albergue juvenil a pedir ayuda, mientras, yo me he puesto a hacer dedo en la carretera…. nadie paraba…
A los pocos minutos Guille se acerca y me dice que no podemos hacer nada. Decidimos ponernos las mochilas e ir andando… No habíamos dado el primer paso cuando para un coche y un señor abre la ventanilla:

– ¿Dónde vais?
– A la estación
– Os llevo!

Buff, menos mal! Hemos cargado las mochilas y nos hemos montado en el coche. El señor era un islandés muy majo que tenía una empresa de souvernis. Nos ha dicho que cuando vayamos a Jokulsarlon le compremos una postal para pagarle el viaje. Qué cachondo el tío, pero nos ha salvado la vida.

Seljalandsfoss es una cascada situada en el suroeste de la isla. Se caracteriza por el hecho de poder pasar por debajo de ella. Es todo un espectáculo.
El autobús ha tardado un par de horitas en llegar. Según nos íbamos acercando, desde la carretera se veía un acantilado rodeando el valle, y en medio una cascada de decenas de metros. Una vez allí, nos hemos quedado literalmente sin palabras.

A unos 200 metros hay un camping donde pasaremos la noche. Lo primero que hemos hecho ha sido acercarnos y montar la tienda. Tenemos todo el día para admirar la cascada, así que sin prisa.
Hemos orientado la tienda hacia Seljalandsfoss, para ser lo primero que veamos cuando despertemos por la mañana. El sitio es idílico, parece sacado de la peli de Jurasic Park.

La carretera trasera del camping se alarga varios kilómetros más hacia las granjas del valle. La luz es todavía muy mala para hacer fotos, así que hemos ido a investigar. Hemos acabado en lo alto del acantilado, donde hemos seguido los ríos y riachuelos que caían por él. Las vistas son alucinantes.


Al acercarnos al río para descansar, me he fijado en la orilla: 6 patitos piaban alegremente junto a su madre. Menudo espectáculo! Hemos sacado el tele como dos posesos, la madre se ha ido volando (cobarde) y los polluelos han pasado de piar alegremente a piar de miedo. Les hemos frito a fotos, y no era para menos, mirar que chulada:

Islandia está repleta de pájaros y patos. No es que sepa mucho del tema, ni mucho menos, pero no hago más que ver pájaros distintos cada día, colonias de gaviotas y patos en cualquier rincón. Y todas las especies son preciosas.

Después de la caminata de 3 horas hemos bajado a comer unos bocatas y a echar la siesta. Sí, habéis leído bien, no podemos perder nuestras costumbres!

A 50 metros de nuestro camping hay otra cascada llamada Gljufurárfoss. Se encuentra escondida dentro de un cañón, por lo que a primera vista solo puede verse la parte superior de la caída. Tras descansar un rato, nos hemos acercado a verla. Siguiendo el río que forma la cascada, se llega hasta una enorme gruta. Hay un caminito que te lleva hasta su interior. La humedad, el frío y el sonido de la caída del agua son abrumadores, como lo es también la belleza del lugar. Podéis comprobarlo vosotros mismos:

A estas cascadas hay que venir con un buen chubasquero (No vale el de Port Aventura) y tapado de arriba abajo, porque acabas con una buena chupa:

El día ha despejado completamente, y el sol sobre la cascada de Seljalandsfoss nos ha dejado un bonito arcoíris.
Hemos vuelto a cenar al camping y a hacer tiempo hasta la puesta de sol, que no es hasta las 11:00. Allí hemos conocido a un chico alemán muy simpático con el que hemos compartido experiencias.

En la entrada al camping había una cama elástica. Si! no hemos podido evitar dar unos buenos saltos antes de ir a fotear. Hacía siglos que no nos montábamos en una y hemos rememorado buenos momentos.

Sobre las 10:30 nos hemos vuelto a acercar a la cascada. El valle estaba precioso con las últimas luces del día. No podíamos pedir más.

 

 

Have your say